El castaño (Castanea sativa) es un árbol caducifolio
que puede llegar a alcanzar los 30 m. de altura. Sus hojas son grandes, alargadas
y con el borde aserrado. El fruto es la castaña, que aparece en grupos de 2 ó 3
en el interior de los denominados erizos. Se distribuye por toda Asturias por
debajo de los 700 m. de altitud. Es un árbol cultivado desde la antigüedad para
aprovechar su madera y su fruto.
La mayor parte de los castaños presentes en el
territorio asturiano corresponden a plantaciones realizadas con el fin de su
aprovechamiento. Parece ser que fueron los romanos con la invasión de su
imperio, quienes difundieron el castaño por amplias zonas de la Península
Ibérica. La historia de los montes y pueblos asturianos es en gran medida una
historia de árboles y madera. La leña calentaba los hogares en los primeros
poblados mientras los mejores troncos, se usaban para levantar cabañas y
cuadras. La madera de hayas, abedules, avellanos y otros árboles del monte,
cuidadosamente seleccionados y cortados en luna menguante, se convertía en
manos expertas en cómodas madreñas y útiles herramientas de trabajo.
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